Mexicali, Baja California. Productores agrícolas, líderes de ejidatarios y activistas bloquearon los seis accesos al predio donde se construye la planta cervecera Constellation Brands, por considerar que esa empresa estadunidense causará daños ecológicos y afectará el acceso al agua en el Valle de Mexicali y en los cinco municipios de Baja California.
Ayer por la mañana, más de un centenar de personas impidieron a trabajadores de la compañía el paso a la zona donde edifica la nave industrial, en el ejido Choropo, a la altura del kilómetro 9.5 de la carretera que conduce al puerto de San Felipe.
Junto con integrantes del movimiento Mexicali Resiste –organizadores de las marchas y plantones en el centro de gobierno, en rechazo a los intentos de las autoridades estatales de privatizar el agua– los agricultores reclamaron al gobernador panista Francisco Kiko Vega de Lamadrid las facilidades otorgadas para instalar la cervecera, considerada la tercera firma más importante en Estados Unidos.
Manuel Aguilar Barragán, representante de 87 agricultores del ejido Jalapa, refirió que por la escasez de agua, desde hace más de una década solamente han podido asegurar el riego de 60 por ciento de la producción de hortalizas, trigo y algodón.
Desde comienzos de año, el movimiento de resistencia civil manifestó su rechazo al inicio de operaciones de una planta de Constellation Brands en Mexicali, por lo que formó parte de los reclamos en las multitudinarias e históricas manifestaciones que hubo en el estado y obligaron al gobernador Kiko Vega a derogar la Ley del Agua y remplacar los vehículos. El 19 de enero, los ejidatarios impidieron la puesta en marcha de la construcción del acueducto.
Denuncian a empresa en EU.
Este fin de semana, ejidatarios del Valle de Mexicali interpusieron una denuncia ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos por considerar que Constellation Brands ha incurrido en violaciones a la Ley de Actos de Empresas Americanas en el Extranjero, pues, aseguran, no cuenta con el manifiesto de impacto ambiental y cambio el uso de suelo, de agrícola a industrial.
La queja se suma a otras que los agricultores han presentado ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la Procuraduría General de la República y el Poder Judicial de la Federación.
"La obras del acueducto y de la nave industrial son un monumento a la corrupción; hemos demostrado técnica y jurídicamente que la compañía no es sustentable ni socialmente responsable", puntualizó Rubén Amaya Coronado, abogado de los productores.
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